Los primeros 1000 días de vida de un bebé es el período que abarca desde la concepción hasta los dos años de edad. Se considera un periodo crítico que influye profundamente en su desarrollo físico, cognitivo y emocional.
El asombro y la curiosidad despiertan la curiosidad natural de los niños, llevándolos a investigar y descubrir por sí mismos.
La participación activa de los padres en la crianza fomenta un ambiente de seguridad y confianza. Los niños que crecen con un padre presente desarrollan una mayor autoestima y habilidades sociales.
Las vacunas son un avance científico maravilloso. Son seguras, funcionan y nos protegen de una serie de enfermedades que sin ellas podríamos padecer.
La piel es un órgano que tiene la particularidad de estar permanentemente expuesto a factores ambientales capaces de condicionar respuestas favorables y desfavorables.
Una forma de diferenciar entre una migraña y una cefalea tipo tensional es prestar atención a las características del dolor y los síntomas asociados.
