VITAMINA B12 Y los problemas de su deficiencia
Dr. Andrés Álvarez – Internista | Gastroenterólogo
La vitamina B12 (cobalamina) es una vitamina esencial para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, y juega un papel preponderante en la formación de glóbulos rojos, el metabolismo de las células, la función nerviosa y la producción de ADN (material genético celular).
La vitamina B12 se encuentra exclusivamente en carnes rojas, aves, pescados y los productos lácteos. Esta vitamina también se agrega a algunos alimentos, y se vende como suplemento oral o en presentación inyectable para tratar su deficiencia.
Se absorbe en la parte final del intestino delgado (íleon) y para su absorción es imprescindible que se una a un compuesto fabricado en el estómago llamado factor intrínseco. Por tanto, la vitamina B12 al llegar al estómago se une al factor intrínseco y se absorben juntos al final del intestino.
Debido a que el cuerpo es capaz de almacenar una cantidad equivalente a muchos años de vitamina B12, es poco frecuente que ocurra esta deficiencia. Sin embargo, aquellas personas que siguen una dieta vegetariana o vegana, podrían ser propensa a esta. Los alimentos de origen vegetal no contienen vitamina B12.
Los adultos mayores y las personas con afecciones del tubo digestivo que afectan la absorción de nutrientes también son vulnerables a la deficiencia de la misma.
¿Qué síntomas produce la falta de vitamina B12?
La mayoría de deficiencias leves de vitamina B12 no producen síntomas, o bien no se diagnostican, o son un hallazgo casual al hacerse un análisis de sangre por cualquier otro motivo. A veces no se observa anemia pero pueden verse glóbulos rojos de tamaño grande que hacen sospechar esta deficiencia. En casos más graves, sin embargo, puede existir:
Anemia megaloblástica o macrocítica. Se caracteriza por un tamaño muy grande de los glóbulos rojos. Los síntomas son los mismos a los de cualquier tipo de anemia.
Alteraciones en los nervios periféricos (polineuropatía) caracterizada por hormigueo, adormecimiento, alteraciones en la sensibilidad o dolor en dedos de manos o pies, en las manos o en las piernas. Si es pronunciada a veces puede producir dificultades para caminar.
Alteraciones en el comportamiento, como olvido fácil, irritabilidad, cambio del carácter, que pueden incluso llevar a una forma de demencia.
Alteraciones en las mucosas (quemazón de lengua, aftas, llagas, en la boca o en la lengua o en las comisuras de los labios).
Infertilidad (imposibilidad para tener hijos).
También puede ocasionar otros síntomas inespecíficos como estreñimiento, diarrea, pérdida de apetito, cansancio, etc.
La cantidad diaria recomendada de vitamina B12 para los adultos es de 2,4 microgramos.
Las investigaciones sobre el uso de la vitamina B12 para actividades y afecciones específicas demuestran lo siguiente:
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Enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos. Se ha demostrado que la vitamina B12, en combinación con la vitamina B6 y el ácido fólico, es eficaz para controlar los niveles altos de homocisteína en la sangre. Los niveles elevados de homocisteína podrían aumentar el riesgo de sufrir enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos (enfermedad cadiovascular). A pesar de este beneficio, no existe evidencia que demuestre que los suplementos de vitamina B12 previenen las enfermedades cardíacas
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Demencia. La deficiencia de vitamina B12 se asocia a la demencia y a la disminución de la función cognitiva, pero no está claro si los suplementos de esta vitamina podrían ayudar a prevenir o a tratar la demencia.
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Desempeño atlético. Salvo que haya una deficiencia de vitamina B12, no existe evidencia de que los suplementos
de esta vitamina aumenten la energía o el desempeño deportivo.
La mayoría de las personas obtienen suficiente vitamina B12 de una dieta balanceada. Sin embargo, los adultos mayores, los vegetarianos y las personas con trastornos que afectan su capacidad para absorber la vitamina B12 de los alimentos podrían beneficiarse del uso de suplementos orales.
Los suplementos de vitamina B12 también se recomiendan para las mujeres embarazadas o que amamanten de manera exclusiva y que sigan una dieta vegetariana o vegana.
Es importante consultar al médico periódicamente, así como mantener hábitos saludables y una nutrición adecuada y consciente.