Vitaminas y suplementos ¿es necesario su uso?

Martín Arancegui | Lic. en Nutrición

Vitaminas en pastillas de diferentes colores y formas | Vitaminas y suplementos ¿es necesario su uso?

Las vitaminas son un grupo de sustancias de naturaleza orgánica que están presentes en pequeñas cantidades en los alimentos. Son imprescindibles en los procesos metabólicos para la obtención de energía. Además de sus funciones con fines energéticos, están implicadas en el funcionamiento del sistema inmunitario, hormonal y nervioso. 

El criterio más común para clasificarlas es de acuerdo a su solubilidad: hidrosolubles (vitamina C y vitaminas del complejo B) y liposolubles (vitaminas A, D, E, y K).

Aunque las necesidades orgánicas de vitaminas son reducidas se consideran nutrientes esenciales porque nuestro organismo no puede producirlas, por lo tanto, debemos obtenerlas a través de los alimentos. Una dieta equilibrada y abundante en productos frescos y naturales (como legumbres, cereales integrales, vegetales, frutas, lácteos, carnes, pescado y huevos) habitualmente aseguran el requerimiento básico necesario en personas que gozan de buena salud. La conservación y cocción de los alimentos también son procesos importantes. Pueden determinar una pérdida del nivel vitamínico por una oxidación acelerada de las mismas.

Una excepción es la vitamina D que se puede formar en la piel con la exposición al sol, y las vitaminas K, B1, B12 y ácido fólico, que se forman en pequeñas cantidades en la flora intestinal.

Una alimentación completa, balanceada y saludable cubre todos los requerimientos de vitaminas que se necesitan en personas con buena salud.

Un aumento de las necesidades biológicas requiere un incremento de estas sustancias, como sucede en determinadas etapas de la infancia, el embarazo, la lactancia, y la tercera edad. Lo mismo puede ocurrir con deportistas profesionales y personas que practican actividad física diaria de manera intensa. En éstas situaciones puede ser necesaria la  suplementación de determinadas vitaminas.

Cada persona tiene requerimientos nutricionales distintos determinados por diversos factores (edad, sexo, etapa vital, talla, factor de actividad física). Por lo tanto, los requerimientos vitamínicos pueden variar de una persona a otra. Para establecer recomendaciones seguras a nivel individual se utilizan las IDR (Ingesta Dietética de Referencia).

Algunas personas, o ciertos grupos de poblaciones, cuentan con carencias vitamínicas sistemáticas pudiendo no cubrir sus IDR y beneficiándose de su suplementación. Dentro de estos grupos de riesgo encontramos personas que realizan una restricción calórica permanente al tiempo que realizan mucho ejercicio, alimentaciones monótonas, desbalanceadas de muy bajo aporte energético, población vegana / vegetariana, embarazadas, adultos mayores o  personas con enfermedades malabsortivas, como la enfermedad celíaca.

Los síntomas por falta de vitaminas suelen ser diversos y varían de acuerdo a la ausencia en cuestión. A modo general podemos sospechar una deficiencia si sentimos fatiga permanente, debilidad muscular y de articulaciones, sequedad de piel y mucosas, palidez, caída de cabello y fragilidad en uñas, moretones sin causa aparente, alteraciones neurológicas, y heridas que sanan o cicatrizan muy lentamente. 

Ante la sospecha de una carencia vitamínica, la consulta con tu médico de confianza puede ayudarte a establecer un diagnóstico por hipovitaminosis. La consulta con un nutricionista puede orientarte a optimizar tu alimentación y asegurar su aporte.

De todos modos, más no siempre es mejor, los suplementos vitamínicos y de minerales en altas dosis pueden tener un efecto perjudicial para la salud. La suplementación para mejorar el rendimiento deportivo debe ser guiada por un profesional. Ante la falta de energía o bajo rendimiento primero debemos asegurarnos que estemos alimentándonos acorde a nuestras necesidades energéticas y descansando lo suficiente. 

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