Los Primeros 1000 Días del Bebé: Lactancia Materna, Epigenética y Desarrollo integral

Dra. Natalia Hermida | Pediatra y Diplomada en Lactancia

Madre dandole de amamantar a un bebé

Los primeros 1000 días de vida de un bebé es el período que abarca desde la concepción hasta los dos años de edad. Se considera un periodo crítico que influye profundamente en su desarrollo físico, cognitivo y emocional, teniendo un impacto directo a lo largo de toda la vida. Durante esta ventana temporal única de oportunidades, la nutrición, el cuidado y el entorno juegan roles cruciales que establecen las bases para la salud y el bienestar futuros del individuo.

La lactancia materna es un actor fundamental en este proceso. Más allá de ser una fuente completa de nutrientes esenciales para el crecimiento del bebé, la leche materna contiene diversos componentes bioactivos que tienen efectos beneficiosos demostrados en la salud y en el desarrollo infantil, tanto a corto como a largo plazo. Estos componentes no solo fortalecen el sistema inmunitario del bebé y protegen contra enfermedades infecciosas como el virus respiratorio sincicial (causante de Bronquiolitis de diversa severidad en el invierno) y el rotavirus, sino que también, desempeñan un papel crucial en la modulación epigenética.

La epigenética estudia cómo los factores ambientales y los comportamientos pueden influir en la forma en que nuestros genes se expresan, sin cambiar la información del ADN. La lactancia materna a través de sus componentes bioactivos puede regular la expresión génica a través de diversos mecanismos epigenéticos. Estos efectos epigenéticos pueden tener impactos a corto y largo plazo en el desarrollo y la salud del bebé, afectando la maduración del sistema digestivo, la respuesta inmunitaria y la adaptación metabólica inicial.

Además de los beneficios inmediatos, los primeros 1000 días también son críticos para el desarrollo cognitivo y emocional del bebé. Durante este período, las experiencias tempranas, el vínculo afectivo con los cuidadores y el entorno de crianza contribuyen significativamente a la formación de la arquitectura cerebral y a la capacidad del bebé para regular emociones y estrés en el futuro.

Investigaciones recientes sugieren que las decisiones tomadas durante los primeros 1000 días, incluyendo la elección de la lactancia materna, pueden influir en la salud metabólica y la predisposición a enfermedades crónicas en la vida adulta, como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares (actualmente llamadas enfermedades crónicas no trasmisibles). Estos hallazgos subrayan la importancia de apoyar y promover la lactancia materna como una intervención clave para asegurar un inicio de vida saludable y sostenible.

Por lo tanto, los primeros 1000 días del bebé representan una oportunidad única para establecer las bases de un desarrollo integral y saludable. La lactancia materna, al proporcionar nutrición óptima y facilitar efectos epigenéticos positivos, juega un papel central en este proceso. Es fundamental que las familias cuenten con información y apoyo adecuados para aprovechar al máximo este periodo crítico y asegurar el bienestar a largo plazo de sus hijos.

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