Asma y Epoc
Prof. Agda. Dra Mónica Kierszenbaum | Consultante en Neumología
El asma es una enfermedad inflamatoria de la vía aérea que afecta aproximadamente a 300 millones de personas en el mundo. Se caracteriza por tener síntomas variables en el tiempo en una misma persona, en diferentes momentos de su vida.
A pesar de tener distintas formas de presentación según la persona, es posible encontrar diferentes síntomas característicos: episodios bruscos de dificultad para respirar con ruidos respiratorios audibles, sensación de presión en el pecho y tos persistente e intensa, que cede espontáneamente, o con el uso de inhaladores de acción corta. Cuando decimos que alguien tiene asma, es cuando estos síntomas se repiten a lo largo del tiempo, con desencadenantes similares en cada uno de estos episodios.
Es común que los pacientes refieren que, de manera recurrente, en determinadas ocasiones del año, aparezcan síntomas asmáticos o vinculados a la inhalación de aéro alérgenos (sustancias que están en el aire que para la persona que es asmática le genera dichos episodios).
Asma y broncoespasmo
Es importante diferenciar entre el asma y el broncoespasmo. El asma es una enfermedad inflamatoria, mientras que el broncoespasmo es uno de los síntomas. El mismo, obedece a un brusco espasmo del músculo liso de los bronquios, provocando una inflamación en los bronquios y resultando en el cierre de la vía aérea y la dificultad para sacar el aire. No es una enfermedad que sea igual en todos los pacientes que tienen asma, ni siquiera es igual en un mismo paciente en los diferentes momentos de su vida. Se considera que es una enfermedad muy heterogénea, tanto en la forma de presentación, edad de inicio de los síntomas, en la presentación de los mismos, en la necesidad y respuesta del tratamiento.
La importancia del diagnóstico
Confirmar el diagnóstico de asma es un insumo muy importante para los pacientes, los cuales muchas veces, debido a que tiene síntomas únicamente tres o cuatro veces al año, no se consideran asmáticos. Es importante identificar a pacientes que tienen factores genéticos que los predisponen (padre, madre o hermanos asmáticos o alérgicos), pacientes que inician sus síntomas en edades tempranas y como los mismos pueden cambiar a lo largo del tiempo tanto en frecuencia como en severidad.
Es importante entender que el broncoespasmo recurrente es asma, esto permite que el paciente diagnosticado como asmático reciba un tratamiento oportuno y eficaz.
La espirometría, o también llamada funcional respiratorio, es una prueba sencilla utilizada para diagnosticar el asma. Se le indica al paciente para confirmar la obstrucción al flujo aéreo y severidad de la misma.
El tratamiento
Una vez realizado el diagnóstico, es fundamental comenzar con el tratamiento. El cual se distingue por ser escalonado, dependiendo de la severidad y características del paciente. Es importante tener una consulta con el Neumólogo, siempre que sea posible, para definir tratamiento de inicio y pautas de seguimiento. El mismo consta de un pilar que no es farmacológico, donde se busca ayudar al paciente a que pueda identificar los alérgenos de su entorno, y en lo posible alejarlos, beneficiando el control de la enfermedad. Este paso es fundamental e imprescindible para optimizar el resultado en el tratamiento. Así como también, evitar el tabaquismo del paciente y evitar la exposición al humo del tabaco en el entorno.
El tratamiento farmacológico se basa en el uso de corticoides por vía inhalatoria. Es muy importante no solo elegir el fármaco inhalado que debe recibir el paciente sino también el dispositivo con el que lo va a administrar. Por ello, se debe conocer las preferencias del paciente, sus síntomas y capacidad respiratoria.
El tratamiento de mantenimiento, también llamado preventivo o controlador de los síntomas, es en el que el paciente debe usar de forma regular el inhalador para disminuir las exacerbaciones, tanto en frecuencia como en severidad. La evidencia científica avala que podemos indicar y administrar los inhaladores con total tranquilidad en todas las edades de la vida, ya que con las indicaciones médicas precisas no implican un riesgo para el paciente. Está demostrado que disminuye la complicación más severa del asma: la hospitalización y la crisis severa. El uso de corticoides inhalados es fundamental para el tratamiento de esta enfermedad y debe formar parte del tratamiento del asma en todos los grados de severidad, incluso en las formas más leves.
El paciente luego de la consulta, se va con un tratamiento de control y de rescate, así como también, con un plan escrito. De esta manera, tendrá un recordatorio para que el tratamiento siempre pueda realizarse de la misma manera.
El asma y el COVID-19
Se identifican dos grandes etapas con el COVID-19, en la primera temíamos que el asma fuera un factor de riesgo para que el COVID-19 fuera más severo. Rápidamente con el paso de los meses, se vio que no era el caso en la mayoría de los pacientes. Pero sí se demostró que es importante que los pacientes asmáticos tuvieran su enfermedad controlada.
En la segunda etapa, con la aparición de la cepa Ómicron, aumentaron los síntomas de hiperreactividad bronquial en población que nunca había tenido y también, en la población asmática que no recibía el tratamiento adecuado. Por lo que el COVID-19 permitió acercar a aquellas personas asmáticas a un tratamiento más adecuado y optimizado.
Un aspecto fundamental en el manejo de los pacientes asmáticos es que deben estar adecuadamente inmunizados. Como pacientes portadores de una enfermedad respiratoria crónica, deben recibir una inmunización antigripal anual, la vacunación antineumocócica completa (de acuerdo a la edad) y las vacunas del COVID-19. Todas las enfermedades respiratorias virales prevalentes son un potencial desencadenante de crisis severas asmáticas en esta población.
Algunas consideraciones sobre la EPOC
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una condición pulmonar heterogénea. Presenta síntomas respiratorios crónicos, fundamentalmente la disnea (falta de aire), tos y expectoración, debido a anormalidades de la vía aérea y de los alvéolos que causan obstrucción al flujo aéreo, persistente y a veces, progresiva.
El principal factor de riesgo es la exposición al humo de tabaco, también la inhalación de partículas tóxicas vinculadas a la polución ambiental influye en el desarrollo de dicha enfermedad.
La importancia de sospechar y confirmar el diagnóstico de EPOC, permite realizar intervenciones precoces en estos pacientes, siendo primordial lograr la cesación tabáquica. Además de seleccionar el tratamiento inhalatorio con el mejor tratamiento disponible con inhaladores que contienen broncodilatadores de acción.
La EPOC es una enfermedad frecuente, el 19.8% de la población en Montevideo la tiene. Sin embargo, la misma es prevenible y tratable. Es de gran importancia realizar un diagnóstico oportuno y utilizar el tratamiento adecuado para mejorar la calidad de vida del paciente.