Quemadores de grasa: ¿Son realmente efectivos?
Valentina Ponce de León | Lic. en Nutrición
Los quemadores de grasa se vuelven en muchos casos, una alternativa atractiva para lograr la pérdida de peso y disminución de grasa corporal. Estos son suplementos con ingredientes termogénicos. Las sustancias termogénicas provocan que el cuerpo genere calor, aumentando así el metabolismo, dando más energía y activando algunas reacciones metabólicas para utilizar la grasa como combustible. Dentro de sus ingredientes comúnmente se encuentran: cafeína, té verde, extracto de cáscara de naranja, ácido linoleico conjugado, taurina, l-carnitina, guaraná, picolitro de cromo y garcinia cambogia.
En cuando a su efectividad, en la actualidad, no hay ningún estudio científico que haya podido ratificar que el consumo de quemadores de grasa produzca los efectos previamente mencionados. De sus componentes, el único que mostró una ayuda ergogénica fue la cafeína. Esto quiere decir que brinda energía al momento de estar realizando ejercicio mejorando el rendimiento y reduciendo la fatiga. En contraposición, algunos de sus efectos secundarios pueden ser: hipertensión, aumento de la frecuencia cardíaca y nerviosismo. Es por ello, que no se recomienda su consumo a personas que presenten dificultades relacionadas a los mismos.
En conclusión, no hay ni recetas infalibles ni fórmulas mágicas que por sí solas permitan alcanzar un descenso de peso y una disminución en el tejido adiposo. La mejor forma para descender de peso de manera saludable y efectiva, es realizando un plan de alimentación individualizado con un déficit calórico (consumir menos de lo que gasta la persona de energía). Dicho déficit, permitirá el descenso de grasa en un tiempo razonable evitando la pérdida de músculo, y reduciendo los niveles de grasa corporal. Por lo tanto, una correcta alimentación, sumado a la realización de actividad física, es lo único que garantiza un descenso de peso seguro y controlado, evitando efectos secundarios no deseados.
Algunas sugerencias en cuanto a la alimentación:
- Incluir grasas saludables como por ejemplo: frutos secos, palta, aceite de oliva, huevos, pescados y semillas.
- Optar por cortes magros de carne.
- Preparar alimentos preferentemente al horno, hervidos, al vapor o a la parrilla y evitar las frituras. En caso de saltear alimentos, utilizar ollas o sartenes de teflón para evitar el exceso de aceite.
- Incorporar verduras en las comidas, pueden ser crudas, cocidas o ambas. De esta manera, se aporta fibra, se reduce la densidad energética y genera una mayor sensación de volumen y saciedad. En invierno, una buena opción son las sopas caseras.
- Controlar la ingesta de azúcares, sea en postres, galletitas, pastelería o chocolates.