Música para el cerebro
Durante mucho tiempo se ha discutido si la música interviene en la función cerebral de las personas, hasta se llegó a creer que si los niños escuchaban Mozart aumentaban su inteligencia. Hasta el momento nada de esto ha podido ser confirmado.
La ciencia sí ha dejado demostrado que no es el tipo de música lo que ayuda al bienestar físico, mental y emocional de la persona, sino que se refiere a lo que evoca en la experiencia y los recuerdos de esa persona.
Se ha revelado que la música puede mejorar el sueño y la memoria, además de aliviar el estrés y estimular aptitudes de pensamiento, lo cual nos ayuda a conservar la salud del cerebro con el paso de los años.
Cuando la música llega a los oídos, las ondas sonoras se convierten en impulsos nerviosos que viajan a varias áreas del cerebro, incluso las que liberan dopamina, un neurotransmisor que interviene en la regulación del placer.
Es decir, escuchar música nos hace sentir mejor.
Con música puede parecer más fácil ejercitarnos, nos pone más creativos.
Ayuda de alguna manera a personas con distintas enfermedades crónicas como demencia, Parkinson, depresión, autismo, Alzheimer, secuelas de accidente vascular.
Por ejemplo, en el Parkinson puede suceder que quien lo tiene le cueste caminar y la música puede ayudar a fortalecer el movimiento. En los adultos mayores que padecen demencia la música se usa para evocar recuerdos, como ser una canción de la infancia.
La recomendación es cantar y bailar más, escuchar canciones nuevas y conocidas y si es posible desafiarse a tocar un instrumento que requiere de muchas aptitudes cognitivas, como la atención y la memoria.