¿Cómo prevenir el cáncer de cuello de útero?
Dra. María Fernanda Long

El cáncer de cuello de útero es una enfermedad frecuente en las mujeres, pero lo más importante, es prevenible. Su principal factor de riesgo está relacionado con la infección por el virus del papiloma humano (HPV).
Los factores de riesgo más relevantes incluyen el inicio temprano de las relaciones sexuales, el número de parejas sexuales y la cantidad de embarazos. A mayor exposición al virus en edades tempranas, mayor es el riesgo de que la infección persista en el organismo.
La principal estrategia de prevención del cáncer de cuello de útero es la vacunación contra el HPV. Esta se considera una prevención primaria, ya que ayuda a que el sistema inmunológico pueda eliminar el virus antes de que cause lesiones. Si una persona está vacunada, su organismo tiene más posibilidades de eliminar el virus sin que este se vuelva persistente.
Consultas ginecológicas
No hay una edad exacta para el primer control ginecológico, pero se recomienda que las adolescentes entre los 12 y 15 años tengan su primera consulta. También se sugiere acudir al ginecólogo al inicio de la menstruación.
El Papanicolaou (PAP) es un estudio que permite detectar alteraciones en las células del cuello uterino que podrían indicar lesiones precancerosas o la presencia del HPV. A partir de los 30 años, se recomienda complementar este estudio con el test de HPV, el cual identifica directamente la presencia del virus en el cuello del útero mediante un análisis molecular. Este test permite detectar los tipos de HPV de alto riesgo, aquellos con mayor probabilidad de generar lesiones que pueden evolucionar a cáncer.

Vacunación
La vacuna contra el HPV entrena al sistema inmunológico para reconocer y combatir el virus, generando defensas que reducen significativamente el riesgo de infección persistente.
En Uruguay, el Ministerio de Salud Pública incluye esta vacuna en el esquema básico de vacunación y la ofrece de forma gratuita para niñas, niños y jóvenes de 11 a 26 años. Se administra en dos dosis con un intervalo de seis meses. También se recomienda su aplicación hasta los 45 años.
La prevención y el diagnóstico temprano son fundamentales para reducir el impacto del cáncer de cuello de útero. Realizar los controles ginecológicos periódicos y completar el esquema de vacunación contra el HPV son medidas clave para cuidarse y prevenir esta enfermedad. En el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello de Útero, es un buen momento para recordar la importancia de estas acciones y promover hábitos de cuidado que pueden marcar la diferencia en la salud.