¿Cómo evitamos la deshidratación en niños durante el verano?

Niño bebiendo un vaso de agua | ¿Cómo evitamos la deshidratación en niños durante el verano?

Cuando comienza el calor, la pérdida de líquidos es constante y en el organismo no existen reservas, por lo que una hidratación frecuente es fundamental, optando preferentemente por el agua.

El agua es esencial para la vida, se puede estar varios días sin comer, pero no sin beber. Estar hidratado es fundamental para el correcto funcionamiento de los órganos vitales. Si las pérdidas de líquido son mayores que lo que se insume, se puede producir un balance negativo con consecuencias graves en la salud como ser la falla renal o el daño cerebral.

En el caso de los niños, en época de verano están más expuestos a actividades al aire libre y juegos por lo que sus requerimientos de líquido pueden aumentar.

Los lactantes no necesitan líquido extra ya que la leche materna está compuesta casi por 90% de agua. Si puede suceder que la demanda aumente.

Los niños más grandes cuando juegan se encuentran entretenidos y puede que no perciban que tienen sed, por lo que los adultos debemos estar atentos e hidratarlos correctamente.

Nos damos cuenta que un niño se encuentra deshidratado de acuerdo a los siguientes síntomas:

  • Ausencia de lágrimas al llorar
  • Boca o lengua seca
  • Ojos hundidos
  • Piel fría y sudorosa
  • Letargo e irritabilidad
  • Fontanelas hundidas en niños pequeños
  • Fatiga o mareos en un niño mayor
  • Menor cantidad de orina (de 6 a 8 horas sin orinar)
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