Vacuna contra el Virus Respiratorio Sincitial (VRS)
Fuentes: Clínica Mayo | Ministerio de Salud Pública
El virus respiratorio sincicial causa infecciones de los pulmones y el aparato respiratorio. Es tan frecuente que la mayoría de los niños ya se han infectado con el virus cuando rondan los 2 años de edad.
En adultos y niños mayores y sanos, también se puede dar la infección por dicho virus, pero generalmente de manera leve siendo sus síntomas parecidos a los de un resfrío común. Las infecciones graves pueden presentarse en bebés y en adultos mayores con enfermedades cardíacas y pulmonares o un sistema inmunitario débil.
Los síntomas del VRS aparecen entre los cuatro a seis días después de la exposición al virus. En aquellos casos no graves se puede presentar nariz congestionada, tos seca, fiebre baja, dolor de garganta, estornudos o dolor de cabeza. En los casos graves, el virus respiratorio sincitial, puede extenderse al aparato respiratorio inferior, causando neumonía o bronquiolitis, teniendo como síntomas fiebre, tos intensa, sibilancia al respirar, respiración rápida o dificultad al respirar o color azulado de la piel a causa de falta de oxígeno.
En lactantes los signos que se presentan son respiración superficial, corta y rápida, gran dificultad al respirar, tos, falta de apetito, cansancio inusual o irritabilidad.
El virus se transmite fácilmente por aire o en gotitas respiratorias infectadas, puede sobrevivir durante horas sobre objetos duros (juguete o barandas de cuna).
La temporada donde tienden a existir brotes va desde el otoño hasta fines de la primavera.
A modo de prevención, Uruguay ha comenzado a vacunar a mujeres embarazadas que se encuentren entre la semana 32 y la semana 36 + 6 días de embarazo, durante la temporada fría del año (de abril a setiembre). La inmunización debe realizarse al menos 2 semanas antes del nacimiento para asegurar el pasaje de anticuerpos protectores al bebé.
Se administra una única dosis de la vacuna RSVpreF, la cual de acuerdo a la evidencia disponible hasta la fecha, respalda la eficacia y seguridad de la vacuna para prevenir la enfermedad grave en un 80% durante los primeros 3 meses de vida del recién nacido y hasta un 70% en los primeros 6 meses.
Los efectos adversos más frecuentes reportados a la fecha no son graves y son similares a los observados en otras vacunas: dolor en el lugar de la inyección, dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas. En la mayoría de los casos, dichos efectos se revierten en las primeras 48 horas sin necesidad de un tratamiento médico específico, en caso de prolongarse por más de 72 horas, se recomienda la consulta inmediata con su médico tratante.
La vacuna RSVpreF no contiene virus enteros ni “virus vivos”. Está compuesta únicamente por subunidades proteicas de la superficie del virus, no hay replicación viral en la embarazada ni en el bebé. Por lo tanto, no existe riesgo de que la vacuna provoque la enfermedad.
Según la evidencia disponible, la vacuna puede ser administrada junto con otras vacunas recomendadas durante el embarazo como la DPAT (triple bacteriana con componente pertussi acelular), la vacuna antigripal y la vacuna contra COVID-19.