Acné en la clínica

Dra. Lídice Dufrechou | Dermatóloga

Mujer secándose la cara frente a un espejo - Acné en la clínica

El acné es una afección cutánea muy frecuente que se manifiesta por la presencia de lesiones inflamatorias y comedones (puntos negros) en la cara y parte superior del tronco. Si bien afortunadamente los casos de acné grave son poco frecuentes, el acné en sus formas leves y moderadas constituye gran parte de la consulta dermatológica y de hecho, se calcula que el 70% de la población va a presentar lesiones de acné en algún momento de su vida.

¿Cómo diagnosticamos el acné?

El acné es una enfermedad de diagnóstico clínico, esto significa que no es necesario ningún estudio para realizar el diagnóstico. Los exámenes de sangre son solicitados en una minoría de los casos, para despistar causas posibles, sobre todo cuando el acné no se presenta en sus formas más clásicas.

El acné clásico que todos conocemos es el acné juvenil, pero cabe mencionar que existen otras formas también muy frecuentes como el acné tardío o el acné de la mujer adulta entre otros. Cada forma de presentación tiene implicancias diagnósticas y terapéuticas.

Las lesiones más características del acné son conocidas por todos, y podríamos esquematizarlas de la siguiente manera:

  • Puntos negros (comedones abiertos)
  • Puntos blancos (comedones cerrados)
  • Espinillas (comedones cerrados inflamados)
  • Lesiones elevadas sólidas (pápulas)
  • Protuberancias superficiales que contienen pus (pústulas) Estas lesiones pueden presentarse en cualquier paciente con acné, mientras que las que detallaremos a continuación, se presentan en tipos de acné específicos y que suelen ser más difíciles de tratar:
  • Protuberancias más profundas y firmes que contienen pus (nódulos)
  • Vesículas más grandes que contienen pus (quistes)
  • A veces, vesículas incluso más grandes y profundas que contienen pus (abscesos)
Chica mirándose sorprendida frente a un espejo - Acné en la clínica

¿Qué causa el acné?

Puede sonar decepcionante, pero no hay una causa única y específica del acné. Hay factores que se asocian a su aparición y en algunos casos podemos controlar esos factores para obtener buenos resultados terapéuticos. En términos generales, podríamos decir que el acné se produce por una interacción entre:

  • Hormonas que estimulan la producción de sebo o grasa cutánea.
  • Acumulación de células cutáneas muertas.
  • Presencia de bacterias que viven normalmente en la piel.
  • Inflamación generada por los factores antedichos y propios del paciente.

Todos estos factores, cuando se presentan en un individuo genéticamente predispuesto, son capaces de ocasionar lesiones de acné, y depende de cada individuo cómo serán sus manifestaciones, pudiendo ir de casos leves a moderados y severos. Una buena forma de guiarnos en el tratamiento del acné, es ver qué factor predomina en el paciente y tratar de acuerdo al mismo.

¿La alimentación tiene relación?

Esta suele ser una pregunta difícil de responder. A la luz de los estudios científicos podemos decir que las dietas altas en azúcares y en menor medida las dietas con abundantes lácteos contribuyen a la aparición del acné o al empeoramiento de un acné pre existente. Sin embargo, debemos ser cuidadosos porque si bien una dieta libre de azúcares y lácteos puede mejorar el acné en algunos pacientes, no suele ser ni la causa ni la solución en la mayoría de los casos. Por lo general, recomendamos que el paciente experimente y descubra si realmente encuentra una asociación entre su dieta y la aparición de lesiones, sabiendo que siempre la reducción de azúcares en la dieta es lo recomendable más allá de su vinculación con el acné.

Mujer realizándose tratamiento de estética facial - Acné en la clínica

¿Cómo tratamos el acné?

La primera pregunta sería: ¿hay que tratar el acné? En la gran mayoría de los casos el acné es una afección leve que no genera daño ni cicatrices, el problema del acné radica en en el impacto que este tiene en la autoimagen, la autopercepción y en la autoestima de nuestros pacientes. La literatura es muy basta en cuanto a trabajos que demuestran que el acné puede ser una causa de depresión y afectación de la autoestima en adolescentes, y esto es algo que vemos todos los días en la consulta. Es más, el grado de afectación de la calidad de vida, muchas veces no se correlaciona con la severidad del acné desde el punto de vista médico. Es por esto, que en los casos leves y por más de que sabemos que en los adolescentes el acné muy probablemente se vaya, siempre ofrecemos tratamiento y según la adhesión del paciente y sus expectativas podemos ir avanzando en la escala terapéutica.

Existen múltiples tratamientos para el acné que van desde tratamientos tópicos en crema hasta medicaciones vía oral y tratamientos complementarios cosmetológicos. Una vez controlado el acné, también hay tratamientos con láser y otras técnicas que contribuyen a mejorar las cicatrices y marcas que el acné puede dejar.

Escapa al interés de este artículo, pero afortunadamente contamos con muchas opciones terapéuticas estudiadas a lo largo de los años que son efectivas y seguras. Frente la presencia de acné, aconsejamos no desestimar el caso, especialmente si es adolescente, recomendamos fuertemente la consulta con dermatólogo para confirmar el diagnóstico, clasificar la afección y guíar el tratamiento. Asimismo, recomendamos el seguimiento caso a caso dado que en algunas ocasiones el acné se presenta como leve y rápidamente muta a formas clínicas más severas que requieren tratamientos radicales.

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