¿Cómo mantener una vibrante salud mental después del retiro?
Alan Abadi | Lic. En Psicología
Retirarse de la necesidad de trabajar por dinero es un momento que muchos anhelan en la vida. Le llamamos jubilación. Lo cierto es que es un cambio que si no lo hacemos con sabiduría, puede tener muy poco de jubilosa. La población retirada tiene los mayores índices de depresión y suicidio en nuestra sociedad.
Sembrar las bases de esa nueva etapa es algo que se habla mucho. Especialmente en el sentido económico. Aquí quiero hablar del aspecto psicológico: ¿cómo mantenernos con una vibrante salud mental?
En un extremo vemos mucha gente que después de su retiro pasa la mayor parte de su tiempo realizando actividades del día a día sin ningún factor motivante o incluso solo mirando la tele y eso es un problema grande. La falta de deseo en la vida nos lleva directo a la depresión. En el otro extremo, se encuentran quienes no pueden dejar de trabajar y eso lleva a la depresión por cansancio. Y cuando su cuerpo ya no les permite seguir trabajando, se terminan de deprimir porque no pueden abrazar la nueva etapa.
Para mantener una óptima salud mental precisamos dos cosas: sentir que nuestra vida tiene un sentido, y al mismo tiempo, aprender a descansar, dejando de lado todos los sentidos.
La última se conoce como meditación. Se trata de una práctica de descansar de nuestra propia mente y experimentar un bienestar que surge de nuestro interior. Innumerables estudios científicos hablan solo de efectos positivos de meditar regularmente. Es beneficioso en la reducción del estrés, la mejora del sistema inmunológico, el aumento del bienestar y la condición física-cognitiva, así como en el manejo de las emociones.
La primera clave se encuentra en el deseo. Quizás uno antes vivía para mantener o cuidar de su familia o por el éxito, el dinero y/o el poder. Pero a medida que pasa el tiempo eso va cambiando. Los hijos están grandes, los padres dejan de estar, los nietos en general son cuidados por otros. Conseguir el éxito profesional, reconocimiento o poder, es de la etapa anterior.
Es momento de hacer aquello en lo que tenemos talento y amamos, poniéndolo al servicio de otros por fuera de la familia. Y para eso, tanto como para la meditación, hay que prepararse. Conocerse.
Para concluir, como nueva etapa que es, el retiro es una oportunidad de reinventarnos al mismo tiempo que un desafío. Y si nos preparamos desde antes, aprendiendo a descansar de nuestra mente (meditar) y nos ocupamos de conocernos, especialmente nuestras virtudes poniéndolas al servicio de otros, seguro vamos a disfrutar de una muy buena salud mental.
