Lectura saludable
Leer no sólo es para aprender o entretenerse sino que también nos trae beneficios para nuestra salud mental, siendo el tiempo de lectura un momento que ayuda en la prevención del estrés.
A través de este hábito se estimulan las capacidades cognitivas, mantenemos el cerebro activo, favorecemos la concentración, atención, memoria y reducimos el estrés, la angustia y la ansiedad. La lectura nos “transporta” y podemos sentirnos parte de historias que de otro modo no las viviríamos, nos permite desarrollar la empatía y facilita las relaciones sociales aumentando el conocimiento, mejorando la comunicación y fortaleciendo también nuestro sentido crítico.
La lectura estimula la actividad cerebral como si se tratara de ejercicio físico. Para llevar adelante el proceso de leer el cerebro es capaz de integrar y reprogramar diversas funciones tales como la visión, la motricidad, la emotividad, el habla y la memoria para llevar a cabo el proceso de lectura y la comprensión del texto.
Involucramos distintas áreas y funciones del cerebro, como ser la memoria semántica o de significado, la memoria asociativa que es la que vincula las palabras a determinadas emociones o circunstancias y la memoria ejecutiva que retiene una palabra o frase hasta lograr dar su significado específico en un determinado contexto.
Para lograr que la lectura sea parte de nuestra rutina sugerimos generar ese espacio y establecer un horario para hacerlo.